creo que no sabes valorar nada de lo que te he dado.
Me doy cuenta de que he estado perdiendo el tiempo con una cáscara sin alma.
Las horas van pasando, y no puedo hacer nada, sigo perdiendo el tiempo.
Pierdo el tiempo imaginándome tu cara, tu barba de dos o tres días, que sabes que me encanta, joder, M.
Estoy perdiendo mi vida porque no ha funcionado contigo, contigo que me supe mostrar sin miedos, y me doy cuenta de que la vida no nos quiere juntos.
Y yo te sigo escribiendo, como si fueras a leerlo entre madrugadas de insomnio y discusiones con tus padres.
Sigo creyendo que no me echas de menos, que ya me has superado.
Y yo no puedo parar de pensar en tu olor, el que casi apenas recuerdo.
Sigo pensando que nosotros ya no somos los que éramos y que por eso la vida no nos quiere bien.
Ahora me encanta quitarme las costras, para sentir ese dolor que tanto odiaba. Porque parece que me recuerda que todo esto ha sido real.
Y me desvivo intentando buscarle un significado a todas las preguntas que me hiciste, a todas las risas...
Intento buscarle un significado a la vida ahora que ya no estás para compartirla contigo.
Y vivo, bueno, mejor dicho, sobrevivo sin ti.
No todo es malo, pero hay momentos es que te apareces en mi mente y todo a mi alrededor pierde su color, y sólo consigo ver los grises. Y es tan feo, es tan feo que aún te siga queriendo después de todo lo que has hecho, de todo lo que has corroído mi esencia,
parece que nunca voy a poder olvidarte, pero igual que llegaste, rápido y fugaz, del mismo modo te has desvanecido. Y ahora yo tengo que seguir.
Pero parece que algo no me deja.
Y creo que ese algo soy yo misma. Y me debato entre qué estación es la más bonita para mí, y ahora ya no sé responder a esa pregunta.
Ahora hay muchas cosas a las que no puedo responder,
ahora ya no sé interpretar mis sueños, no sé ponerles fuerza, no sé.
Parece que soy muy dependiente al fin y al cabo, pero eso corre de mim cuenta, no te hecho a ti las culpas.
Ojalá pudiese bloquearte de mi mente, ojalá pudiera omitir nuestra historia, porque no me hace más que daño, y estoy cansada de sufrir.
Estoy cansada de darme cuenta de que por mucha promesas que nos hicimos, no va a cumplirse ninguna.
Por suerte nunca más volveré a verte, no volveré a escribirte, pero te sentiré, como si estuvieses a mi lado. Todo el tiempo.
Y ahora te hablo a ti, y sólo a ti, espero que algún día podamos amarnos bien, aunque sea en la soledad y con otras personas.
Sé feliz, porque yo me voy a esforzar al máximo para serlo.
Disfruta, aunque a veces pienses en mí y te joda, asume ese pensamiento y míralo bien.
Porque yo siempre te he amado, y tampoco sé si te amaré siempre,
pero recordarte... Siempre voy a recordarte. Lee bien esto: Siempre.
Siempre voy a recordar cómo coger un cuchillo, siempre voy a recordar el color que tiene el buen aceite oliva, siempre voy a recordar las recetas de tu madre.
Siempre, siempre voy a recordar las veces en las que te chillaba en silencios, siempre recordaré lo bueno, y lo malo.
Los palitos de cangrejo con ajo, y sé que tú siempre recordarás el arroz con garbanzos. Y lo sabes.
Las idas y venidas de unos pisos a otros, el estrés porque Rufo ha cogido tus zapatillas de estar por casa,
las veces en las que fuimos a bebernos una mixta al parque.
Recordaré Vicálvaro, Mataelpino y Vallecas como lo que pudo ser y no fue. Y ya está.
Y me duele pensar que ya que me había acostumbrado a ti, aunque no me aportases nada, ahora tengo que dejarte ir.
Te dejo ir, pero recuerda.
Siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario