Hoy he soñado con una carta, con tu aroma a colonia y tu barba recién afeitada.
Y no me nace echarte de menos.
Supongo que el tiempo pasa, cambiamos, nos hacemos mayores, nos dejamos atrás...
Hoy he soñado contigo cuando hacía ya como cosa de una semana que apenas te recordaba.
Y qué jodienda.
He estado hablando con mi hermano, me ha dicho que probablemente no te echo de menos a ti, sino a sentirme querida, pero pensándolo bien apenas sé si eso contigo fue real.
Porque ya no recuerdo nada cariño.
Y aunque ahora he cambiado y me siento más segura de puertas para fuera, de puertas para dentro nunca me he sentido tan pequeña.
Y me duele, me duele sentirme pequeña porque no tengo a alguien que me recuerde que soy grande.
Me duele darme cuenta de que la estoy cagando todo el tiempo pensando en ti, en tu vida de ahora, en tu nuevas compañías...
Me jode, necesitar de ti cuando tú ni siquiera te has tomado la molestia de necesitarme un poquito, de echarme un poquito de menos.
Veo que no te cuesta y a día de hoy, después de casi treinta y cinco semanas, me doy cuenta poco a poco de que nada de lo que vivimos fue real,
de que el amor que pensé que forjábamos, se ha quedado oxidado en ese yunque que siempre quise tatuarme en el muslo, y lo sabes.
O no. Porque a estas alturas sigo preguntándome si alguna vez de las que me dijiste 'te quiero' fue real.
Porque aunque ya no te quiero, sigo acordándome de ti. Y me duele.
Me duele ser siempre yo la que siente tan intensamente, tan rápido, tan alocada.
Tan yo.
Y como siempre, me cuesta darme cuenta de que no todo el mundo puede sentir de la misma manera.
Y tú y yo sentíamos y percibíamos todo de modos tan paralelos... Que nunca llegamos a tocarnos emocionalmente.
Y es una pena.
O no.
Porque desde que no estás soy más feliz, tengo la piel más tersa y lloro mucho menos.
Encuentro respuestas a las preguntas que me hacía estando tumbada a tu lado en esa cama de 1'90x2'00.
Encuentro muchas más cosas en mí que las que intentaba buscar en ti sin resultado.
Qué lástima darte cuenta poco a poco de que el amor, la amistad y la vida, van por temporadas y la nuestra se quedó sin capítulos tan pronto.
Como pasa siempre.
Pero la vida sigue machuri, poquito a poco todo se va acoplando en su sitio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario