jueves, 23 de junio de 2016

Distancia y temblores.

"—¿Cómo llevas eso a lo que tantos llaman vida?
—Ya tu sabes, siempre dividida entre el placer y las heridas.
—Entonces, ¿cómo llevas la escritura?
— La mayor de mis locuras, lo que me sabe sacar de la tristeza, lo que me cura la amargura, a veces bien, a veces mal..."

Hoy mi corazón se ha parado,
entre miles de lágrimas que representan cada océano que hay en este infame mundo.
Los sonidos en realidad no me calman,
me he fumado al menos cuatro porros, y estoy por hacerme otra L...
Tengo para pillar nieve, pero lo dejé por ti,
aunque no lo supieras...
Callando mis maldades para no aumentar las tuyas.

Recuerdo el primer día, y en el fondo me encantaría volver a ese hospital
para volver a besarte,
para decirte que en el fondo,
te cogí cariño,
y te lo sigo cogiendo

Que me encantaba cuando masajeabas mi cabeza
con la suavidad con la que se acaricia aun felino...
Y me encantaba.
Y aún sigo mirando a mi lado derecho de la cama, por si algún día quieres regresar
para darme el calor que mi corazón de sangre fría pide,
a gritos.

Escupo las palabras, he perdido el control.
El dolor es tan grande que no puedo controlarlo,
me absorbe, y me encanta.
Porque soy una masoquista en busca del dolor
del que me provocas...
El sí, o el no...
La indecisión era un desfiladero por el que he caído.
Y me encanta reventarme el cráneo contra el suelo.
Mil veces.

Que te echo en falta,
y esto ya no te lo escupo, me he calmado.
Te lo digo de verdad,
me encantas, no cambies.
No pierdas tu esencia,
tu magia...

Te observaré en la distancia
y si acaso te preguntaré cómo te va la vida...
Puede que me encuentre con fuerzas y pueda volver a verte
con el corazón en un puño
y las piernas temblando...
Como la primera vez.

Se me saltan de nuevo lo sudores oculares,
te los dedico,
todos...
Porque me encanta regar tu escultura con mis más sinceras aguas...
Para llorar tu ser,
con el más fúnebre réquiem.

miércoles, 22 de junio de 2016

Vuelve, o no.

Se me quitan las ganas.
Se me quitan las ganas de mirar a la ventana
y pensar que el amanecer me sonríe.
Se me quitan las ganas de rezar por un futuro lleno de paz.

Sólo quiero acorralarte con los brazos y no soltarte...
Pero tú eres libre, y no puedo intentar matar la chispa que te caracteriza.

Que me encantaría que me mirases con los ojos de un niño.
Con anhelo, con gracia, con remordimiento.

Pero es que te soy sincera...
Ya no entiendo nada, y lo que antes eran escritos, ahora no son más que palabras sin sentido, sin fuerza... Y sin tapujos.
Me está matando esto, cada vez que abres la boca me dan ganas de besarte,
porque sé, que como la abras por más tiempo... Vas a cagarla.

Y esta noche no me apetece llorar.

Hoy me apetece quedarme comiendo techo...
Intentado explicarme a mí misma, cómo debo olvidar a querer, y como recordar a odiar.

Nadie a día de hoy consigue calmarme como tú lo haces...

C'est fini.

lunes, 20 de junio de 2016

M.

Llevo demasiado tiempo queriendo escribirte... Un año ha pasado y sigo pensando que en algún momento va a llegarme tu mensaje 'ya estoy en casa'.
Nunca llega.
Y lo echo de menos... Te echo de menos.
Tu piel tersa y firme bajo esos vestidos repegados y esa obsesión insana por las botas y los botines.
Sigo escuchando tu canción, es lo único que me queda de ti, éso, y mirar tus redes sociales.
Has cambiado, ya no tienes tu melena de leona, ya no tienes el pelo castaño... Aunque también vi que te cambiaste el pelo, como me dijiste, blanco y negro...
Pero es que eso me da igual...
Sólo quiero verte, una sola vez...
Para saber todo lo que una vez pude perderme y para saber todo lo que nunca voy a recuperar.
Aunque te miraré, y solo querré abrazarte...
Puede que quiera besarte...
Pero estarás fría, y eso me matará...

Así que nunca te hablo,
bailo contigo en la distancia, como decía Andrés en una de sus canciones.
Ésa que me encantaría cantarte,
ésa que me provoca lágrimas al primer estribillo...

Me gustaría dormir a tu lado, junto a esa colcha tan chula que te compraste para adornar tu cuarto en Toledo.
Te juro que nunca me hizo falta nada más que lo típico...
Leer en Bélgica, en cualquier porche... Porque aún recuerdo las broncas que teníamos si te decía de ir a Estados Unidos...

Desde que te fuiste me siento desnuda
y eso que han pasado muchas personas...
Pero ninguna tan equitativa como tú...
Tan buena...
Me dabas vida a la ya tengo...

Quería sentir tu aliento y demostrarte que aunque tuvieras un catarro de la leche,
mocos hasta el cuello y los ojos llorosos,
te seguiría diciendo que eres la más guapa del universo...
Porque lo eres.

En el fondo me hubiera gustado ir contigo a un bar de rock,
e ir a Madrid, recogerte de la universidad,
ir a tu casa
y amarte tantas veces como fuera necesario,
porque me encanta amarte...

Y hacerte la comida y cuando te pongas a estudiar... Yo marchar.
Y al día siguiente, no ir al bar de rock... No...
Te llevaría a lo más profundo de algún parque
y te empezaría hablar de lo mucho que me encanta el otoño,
de lo mucho que me gusta tu blusa amarilla
y esas nuevas botas negras que tanto te gustaban...
Ése día, en el retiro...
Era ése.
Y no fue.
Y lo siento.


(Hacía demasiado que no escribía, necesitaba esto.)

07/04/2021

A siete de abril de 2021 soy consciete de que mi vacío realmente no va a llenarse. Que te fuiste, me rompiste y ya no tengo cómo arreglarme....