viernes, 14 de septiembre de 2018

Reencuentro

Entre el asfalto desgastado, las gotas de lluvia que se asfixian en el mismo y mis ansiadas de ganas de coger la puerta e irme.
De tener las agallas para decir: es tu culpa, yo me retiro.
Pero soy tan débil...
Y me siento tan débil contigo al lado que no quiero reconocer lo evidente. Que me estás haciendo daño y que inevitablemente yo también te lo estoy haciendo.
Siento ponerme así y siento ser tan cobarde de decírtelo así, tan ausente y carente de voz.
Siento haber perdido el tiempo... Y perderme a mí en ese universo que adornamos juntos. Esa realidad no es para mí.
Tienes razón he cambiado, pero tú también.

Me dices que ambos tenemos culpa cuando yo no veo que te impongas castigo.
Cuando yo no veo llenarse de lágrimas tus ojos y de sentimientos tu alma.
No te veo cariño, tú también te has perdido.

Y volviéndome a perder en lo que creo que es una carta sin dedicación directa, vuelvo a desviar mi pensamiento hasta lo más profundo de mí.
Y realmente me doy cuenta de que nadie puede quererme mejor que yo, que debería cuidarme un poco más y que hace mucho que no me tomo un descanso.
Y qué pena me doy en el instante en el que caigo sin paracaídas a la realidad aplastante de que nunca me he querido lo suficiente como para amarme sola, sin que nadie tenga que hacerlo por mí.

Pero es ahí cuando me digo también, que ahora me queda mucho mundo por recorrer y mucho amor que darme, así que voy a empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

07/04/2021

A siete de abril de 2021 soy consciete de que mi vacío realmente no va a llenarse. Que te fuiste, me rompiste y ya no tengo cómo arreglarme....