domingo, 19 de febrero de 2017

A ti

He terminado de ver una saga de películas que me recuerdan al olor de los churros en invierno,
al chocolate caliente que se ha quedado frío y pegado a la taza, a los platos de cuchara
y sobretodo me ha recordado a ti.

A ti, que jugabas conmigo siendo niños
a ti, que me cuidabas aún cuando yo no tenía conciencia.
Me ha recordado que te echo de menos,
que las cosas no son las mismas,
que necesito un abrazo para berrear fuerte entre las arrugas de la chaqueta que lleves.
Me ha recordado, que soy frágil.

He vuelto a sentir emociones dentro,
desde felicidad hasta odio, pasando por rencor y amor
creía que si giraba la cabeza, nos vería de nuevo en la cama, pegados porque no hay sitio
y comiendo petit suisse congelado, de chocolate porque somos unos golosos,
creía, que detrás estarías tú comiéndote el yogurt con una pasta de chocolate, el rollito de la caja Cuétara.
Te echo tanto de menos...

Me he acordado de las aguadillas, de cuando las olas del mar me arrastraban y ahogaban,
de cuando buceábamos juntos.
Me he acordado de la tortilla de patata en los bocatas y las fantas de naranja junto a un helado de postre en la piscina.
Me he acordado de las broncas porque nunca se encuentran las gafas de buceo.
Me he acordado de lo bueno por un momento.

Parece mentira.
Qué mayores somos ya, hermano...
Me gustaría volver atrás cada vez que cierro los ojos
porque me encantaría jugar a peleas en tu cama y que el somier se queje años después,
eso sí, te gano yo esta vez, que lo sepas.

Se me ha antojado escribirte unas líneas por primera vez,
a ti, aunque no sé si llegarás a leerlas algún día.

Me gustaría volver a hablar, tomarnos un Nesquik,
o hacer un desayuno especial...
Mientras charlamos de cómo nos va todo,
pero esta vez de verdad, mirándonos a los ojos y sin mentirnos,
intentando aceptar que ya nada va a ser lo mismo, pero que podemos hacer algo más que obviar lo que somos. Familia.

Que te quiero con locura, aunque nunca te lo haya dicho,
y que hoy, a las cinco menos dos minutos,
después de ver Harry Potter,
he conseguido aceptar que me haces falta.
No me dejes tú,
porque eres lo único que me queda.

A ti y sólo a ti: Te quiero.

martes, 14 de febrero de 2017

Te necesito.

Te necesito,
aquí de nuevo conmigo, en la cama abrazadas
viendo la tele a las diez de la mañana.

Te necesito, en mi piel, en las heridas y en las cicatrices.

Te necesito más allá de lo que nunca he podido necesitarte
y ya no sé si quitarme la vida para poder sentirme viva,
o seguir viviendo muerta.

Y yo, que rabio cada tempestad con gritos y golpes,
yo, que en mí predomina más el rechazo,
hoy te necesito desde lo más dentro
porque me estoy rompiendo sin ti.

Ya no sé comer y se me está olvidando cómo andar,
paralizada me he quedado.
Perdóname, por todo.

Pero me siento tan sola...
El clavel se me marchita, y las rosas se han podrido ya.

Vuelve cada noche convertida en sueño,
vuelve a doblegarme, a amansar mi fiera interna.
Te necesito en el desayuno,
en la merienda que nunca tuvimos
y en las tortitas que hacían tartas inmensas con velitas por encima.
Te necesito para hacernos fotos besándonos.

Te necesito, para leerte toda la poesía que tengo guardada
y no enviártela por mensaje.
Te necesito, para darte un masaje en los pies
y otro en las manos de regalo.
Te necesito, para celebrar mi San Valentín contigo, porque eres el amor de mi vida.

Te necesito, porque ya no queda nadie con tus uñas,
porque las bragas me quedan grandes, como toda la ropa.
Te estás llevándome a cada día que pasa...
Y no sé si alegrarme, o llorar.
En el fondo no me importa, ni siento ni padezco.

Te necesito, para bailar contigo cuando suenan las canciones del verano en los anuncios,
y para comer aperitivos cuando vamos por Gran Vía,
te necesito para dejar de llorar,
para sentirme contenta y ser capaz de levantarme de la cama.

Te necesito para apoyar mi cabeza en tu pecho
y dormir como antaño,
te quiero, que no te quepa duda.
Te necesito para hacerte cartas,
te necesito para jugar a que eres un bebé
y te cojo en brazos,
te necesito, sin ti no puedo...
Porque nada me sale bien
y me agobio, ya lo sabes.

Perdona, por dejarte sola.
Por hacerte daño, perdona por no ir
mientras que tú viniste siempre.
Perdona, por no socorrerte, cuando tú salvabas mis asfixias
perdona, cariño, por berrear cuando algo no salía como yo deseaba,
Perdona amor, porque ya no podemos hacerlo más.

Perdona por ser yo, cuando toda yo eras tú,
perdona por ser desordenada, por coger sin permiso, por oscilar entre lo bueno y lo malo continuamente,
perdona, por quererte mucho y demostrarlo poco.
Perdóname, mamá.
Porque yo no puedo hacerlo.

07/04/2021

A siete de abril de 2021 soy consciete de que mi vacío realmente no va a llenarse. Que te fuiste, me rompiste y ya no tengo cómo arreglarme....